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Pasear al perro: algo más que salir a la calle
por ANTONIO FOLCH MARÍN
Este es un pequeño artículo para abordar este tema, quedarán muchísimas cosas sobre las que tratar en lo que se refiere al paseo de nuestros perros. Pero al menos se abordan algunas de las que considero más importantes, las opciones que comento no son las únicas ni las únicas válidas. Seguro que mucha gente no estará de acuerdo conmigo en algunas de ellas, pero en general lo estarán en el fin que persigo con este artículo, que es que perros y humanos disfrutemos del paseo.
Desde que entra el cachorro en casa estamos deseando sacarlo a pasear a la calle. Más tarde cuando se ha perdido la novedad debería seguir siendo uno de los momentos más agradables del día, aunque una noche fría y lluviosa nos pueda dar bastante pereza. Sin embargo para mucha gente sacar a su perro a la calle no es una experiencia agradable, sino un rato por el que hay que pasar tres veces al día y que puede llegar a ser el momento más temido del día por el comportamiento del animal.
Si queremos que el paseo sea un momento agradable del día tenemos que entender qué significa para el perro salir a la calle y tenemos que aprender a comunicarlos con él y hacernos entender con ayuda de nuestra voz y ligeros movimientos de la correa.
En primer lugar que creemos que significa para el perro salir a la calle. Si preguntamos esto la mayoría de dueños dirá que es el momento de realizar sus necesidades y jugar con sus amigos, pero es algo mucho más complejo.
Empecemos por el principio. El perro al salir a la calle no sale, o no debería salir solo sino que sale acompañado con su manada o al menos parte de ella (puede ir un humano o más y también pueden ir más de un perro en caso que los haya en casa). Por tanto tenemos que olvidarnos de que es una actividad de nuestro perro, y pensar que es una actividad nuestra (del humano y el perro o de toda la familia). Teniendo esto claro, tenemos que pensar cómo funciona una manada y qué esperan los miembros de la manada del líder de la misma; el líder es el que guiará a la manada a los lugares que sean más adecuados para ellos (en el caso de animales salvajes zonas seguras o con caza, en nuestro caso un lugar donde realizar sus necesidades, jugar y esparcirse un poco), además el líder protegerá a la manada en caso de surgir algún problema.
Vamos a intentar entender lo que pasa por la cabeza de nuestro perro la primera vez que sale a la calle, esto le marcará y le llevará a actuar en relación a esto el resto de su vida. Esto no significa que no pueda cambiar, pero nos ayudará a entenderlo.
Un cachorro la primera vez que sale a la calle se encuentra en un mundo enorme lleno de potenciales peligros: otros perros, bicicletas, personas en uniforme o con un aspecto distinto al nuestro, coches, camiones y ruidos, multitud de peligrosos ruidos. Y todo esto si no llueve o es un día ventoso: ese “peligrosísimo” viento que mueve hojas y bolsas de plástico. Y esto sin contar con los millones de nuevos olores que nosotros somos incapaces de percibir.
Pues bueno nuestro cachorro esta en esta peligrosísima situación y tiene que hacer algo para sobrevivir y aunque pueden darse mil puntos intermedios nuestro cachorro se puede encontrar en dos casos diferentes:
- Confía plenamente en su amo, su amo es su líder: no tiene de que preocuparse si hay algún peligro el se encargara de protegerle. Mira a su amo, esta feliz, esta tranquilo: pues a jugar que este mundo tan grande parece divertido.
- Adora a su amo pero no confía en él, tiene que ejercer el papel de líder: este papel se le queda grande, hay mil cosas que le dan miedo y que pueden en un momento “matarle a él y a su amo”. ¿Qué puede hacer en esta situación? La mejor defensa es un ataque: “antes de que ese perro se acerque voy a ladrarle a ver si hay suerte y se asusta” es lo que piensa el perro. Y lo malo es que obtiene resultados, ya que el otro perro (tras recibir un leve tirón de la correa) se aparta de su camino. Con esto el cachorro lo que aprende es que tiene que plantar cara a todo aquello que no conozca y le de miedo. Es el principio de un perro mal sociabilizado y muy ladrador.
Tras entender esto es fácil comprender que nosotros debemos ser el “líder” de la manada y debemos comportarnos como tal.
Unas sencillas pautas que nos ayudarán a lograr esto son:
- Nuestro perro se mantendrá a nuestra izquierda, ligeramente retrasado a nosotros.
- Nosotros decidiremos que camino seguir.
- Si nos encontramos con otro perro o persona seremos los primeros en saludarlo.
- El perro deberá ir con una correa fija, que nos ayude a controlarlo.
Qué tratamos de conseguir con estas pautas:
- Andar a la izquierda: Esto no es tanto para demostrar liderazgo como por nuestra propia comodidad y la de aquellas personas con las que nos cruzamos en la calle. Así conseguiremos tres cosas:
1. Por un lado al cruzarnos en la calle con otra persona el perro estará situado o bien al lado de la pared o del bordillo y nosotros estaremos entre nuestro perro y esa persona. Si además esa persona lleva un perro, y también lo lleva por su izquierda, habrá dos personas situadas entre los perros. Con esto reduciremos molestias a otras personas.
2. Si el perro siempre se sitúa a nuestra izquierda no se cruzará continuamente siendo el paseo mucho más placentero.
3. Dispondremos de la mano derecha libre, en caso de ser diestros, para poder buscar objetos en el bolso o coger le móvil por ejemplo. Si el perro es muy grande sujetaremos la correa con dos manos, con la izquierda guiaremos al animal y con la derecha sujetaremos la correa de forma que nos resulte más sencillo frenar al perro en caso de un tirón.
- El perro ligeramente retrasado a nosotros: si encontramos algo que pueda ocasionar miedo a nuestro perro seremos los primeros en “enfrentarnos” a ello y si nuestro perro observa que no nos da miedo no lo considerará peligroso.
- Decidimos el camino a seguir: nosotros somos el líder y debemos ser el que guíe a nuestro perro a un lugar que cumpla nuestras expectativas y llegar de forma segura.
- Saludar nosotros primero a otros perros: debemos ser los primeros en saludar, de esta forma tendremos tiempo de ver como es el otro perro, preguntando a su propietario, y evitaremos que nuestro perro se abalance hacia él. Esto podría provocar que el otro perro atacará como defensa si está mal sociabilizado y también evitar que el nuestro haga lo mismo; además si nuestro perro ve que saludamos al otro perro no lo considerará una amenaza inmediata.
- Saludar nosotros primero a otras personas: así evitaremos que nuestro perro se lance a saludar a personas pudiendo tirarlas al suelo o simplemente a las que no les gustan, les da miedo o cuando esta persona pese a adorar a nuestro perro ese día llevan el traje para ir a una boda y nuestro perro esta sucio de barro del parque.
- Correa fija: es imposible dirigir a un perro si está a 3 metros de nosotros, puede andar cerca de nosotros, pero no lo estaremos dirigiendo. Necesitamos una correa corta que nos ayude a controlarlo. Debemos de huir de las correas metálicas que si enrollamos en nuestra mano y el perro tira nos hará daño. Esto no significa que en una zona abierta no podamos dejarle una correa más larga, pero durante el paseo no.
Cuando salimos a pasear con nuestro perro hay una serie de herramientas que nos pueden ayudar, algunas son obligatorias en el caso de desplazarnos por terreno urbano o si es un perro potencialmente peligroso.
Todos los perros, por ley, deben ir con una correa fija de menos de dos metros para controlarlo. En el caso de los perros potencialmente peligrosos además han de ir siempre con bozal.
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ÚNETE1 comentario
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Pio109
7/05/2014 14:10
Es la primera parte del artículo, en breve más!!!
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