Muchos de vosotros habéis pasado ya por este momento. A mí me toca este año. Ya os conté en el post de parejas que estoy en pleno proceso bodas / baby boom de todos los amigos. Pero esta boda es especial. Porque ella es especial. Porque es Lara y la quiero desde siempre.

Llevamos años hablando de esto, de cómo sería, de qué nos pondríamos… Y a pesar de que yo sigo casi hiperventilando cuando me hablan de nupcias, no puedo evitar sonreír cuando pienso en ella vestida de blanco, casándose con el amor de su vida. Faltan apenas unos días y no puedo esperar más.

Nunca he querido casarme, pero ella ha sabido inmiscuirnos en los detalles, en la preparación, de una manera tan bonita… No ha sido una novia pesada, monotemática, todo lo contrario. Pero ha sido tan especial la manera en la que nos ha hecho partícipes… Y hablo en plural porque Lara tiene otras amigas y familia tan sensacionales como ella. Siempre ha conseguido que todas sintiéramos que conocíamos a todas. Y por eso su despedida de soltera ha sido simplemente genial.

Hoy quiero hablaros un poco de ese día, de ese finde, que tod@s recordaremos por ser la despedida de solter@ de nuestra mejor amig@. Da igual el sitio, el tiempo y el presupuesto. Son momentos de los que hablaremos muchas de las veces que nos juntemos en una cena, anécdotas que contaremos a otros amigos.

La despedida, aparte de ser una fiesta guay, sirve para conocer al resto de amigos mejor. Y eso se nota en la boda. Los novios se merecen que nos volquemos porque ellos sientan que está siendo un día genial para todos. Y cuando conoces a la mayoría de los invitados, pasa, sin más. Sin que te des cuenta.

La despedida de soltera de mi mejor amiga ha tenido música, mucha música y baile, manzanilla y disfraces. Y sólo recuerdo lo mucho que me he reído. Gracias lindas: gracias Sara por tanto trabajo previo; gracias Marta (hermana) por cuidar de cada detalle; gracias Marta por tener un gusto exquisito; gracias Patri por tanto buen humor; gracias Su, que no te has quejado por tantísimos kilómetros; gracias Cris por inmortalizarlo todo, tu material no tiene precio ;)

Estoy contenta de que las bodas que tengo este año no sean el compromiso vs. disgusto que te llevas cuando recibes una invitación nupcial. Estoy feliz porque mi mejor amiga se casa con un hombre bueno. Estoy encantada de disfrutar con los pequeños detalles de una boda que no es la mía. Estoy nerviosa porque todo lo que se nos ocurre para sorprender a los novios me parece poco para ella.

La boda de mi mejor amiga será esa fecha que recuerde después del día de su cumple. Será el día en el que celebre mi amistad con tantas nuevas amigas. ¡Y también será ese día en el que el tocado me vuelva loca! Pero tu boda, Lara, no la cambio por ninguna ;)

Posdata: ¡Qué vivan los novios!