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Un gato me ha adoptado, ¿estoy preparado?

por ANTONIO FOLCH MARÍN



Al contrario que con la mayoría de animales, siempre hablando de propietarios responsables, los gatos no son adoptados de forma premeditada. Son ellos los que nos encuentran a nosotros en la calle, nos miran fijamente y no tenemos más opciones que llevarlos a nuestra casa y dejar que cambien nuestra vida. Pero por desgracia en ocasiones los gatos se equivocan al escogernos, ya que no estamos realmente preparados para tener un gato. En este artículo intentaremos dar unas pinceladas básicas que nos ayuden a entender a ese “Dios” peludo que ha entrado a vivir en la que antes era nuestra casa y saber que es lo que necesitamos para cuidarlo de forma adecuada.

Aunque el artículo esta enfocado a cuando nos encontramos un gato en la calle, también nos servirá en caso que decidamos adoptar un gato de forma premeditada.

En primer lugar hay que entender de donde ha salido la especie a la que pertenece ese peludo que tenemos entre las manos. El gato domestico procede de una subespecie de gato montes del norte de África, esto es más importante de lo que pensamos ya que algunas de sus costumbres y problemas estarán asociados a esto.

Los gatos son animales solitarios aunque, tras muchas generaciones viviendo cerca del hombre, han aprendido a convivir con él e incluso disfrutar de la compañía tanto con el hombre como con otros animales de su especie o no. Además hay que tener en cuenta que son carnívoros estrictos y se comportan como tales: son cazadores y protegen su territorio de otros competidores.

Ahora bien, que necesitamos tener preparado en casa, que cuidados necesitan y como he de comportarme con el.

Los gatos son posiblemente una de las especies animales que resultan más cómodas para convivir con ellos, pero eso no significa que no supongan un mínimo de trabajo y necesiten una serie de “mobiliario”. Iremos abordando los distintos puntos que pueden suponer un problema.


Alimentación

Como ya hemos comentado son animales carnívoros estrictos y que además proceden de un gato del desierto. En origen los gatos se alimentaban de un buen número pequeñas presas que capturaban a lo largo de todo el día. Esto significa que están preparados para ingerir pequeñas cantidades de comida muchas veces al día; además la mayor parte del agua que necesitan la ingieren con la comida. Esto hay que tenerlo en cuenta a la hora de decidir con que y como los vamos a alimentar. Lo ideal sería utilizar un alimento lo más parecido a lo que comerían sus parientes salvajes, pero como no podemos darles insectos, roedores y pajaritos utilizaremos dietas comerciales. En el mercado hoy en día podemos encontrar una amplia variedad de dietas, de diferentes marcas y precios, pero no nos debemos dejar engañar y pensar que todos son iguales; la diferencia de precio esta muy justificada.

Un gato debería alimentarse con una buena dieta húmeda, si has leído bien húmeda es decir latitas y similares. Este tipo de dieta tiene dos problemas, el coste económico, que si elegimos una buena marca será elevado y si no es buena nos dará problemas de salud, y por otro lado que se deteriora rápidamente, por lo que deberíamos darle unas 15 veces al día de comer al gato y tampoco solemos disponer de tanto tiempo. Por esto al final lo más recomendable es utilizar un pienso seco de alta gama, complementado con dieta húmeda en pequeñas cantidades varias veces al día. El porque de esta dieta húmeda es para prevenir problemas renales asociados a la escasa ingestión de gua por parte del gato, además los piensos de alta gama favorecen que el gato tenga sed y beba más agua reduciendo de esta forma también el riesgo. Los piensos de alta gama pese a tener un precio por kilo mucho mayor que los de gama baja no son tan caros, ya que la proteína que utilizan es de mucha mayor calidad por lo que el gato ha de comer mucho menos. Además tienen otra ventaja, las heces serán más pequeñas y con menor olor.


Mobiliario

Cuando entre un gato a formar parte de nuestras vidas nos estresamos o ilusionamos pensando que necesita muchísimas cosas y acudimos a la tienda a comprar un montón de ellas, para después descubrir que nuestro gato las ignora o que no nos resultan prácticas. Por ejemplo un gato generalmente no querrá dormir en un cesto en el suelo y en cambio se hará el amo de la cama o del sofá.

Pero esta claro que para tener un gato bien necesitamos una serie de cosas y es importante que las escojamos bien si queremos que nos resulten útiles.

Bandeja de la arena: esto es imprescindible, hay que tenerlo si o si. Hoy en día hay muchos tipos de bandejas en el mercado, con tapa, sin ella, con reborde, con filtros, con puertas, etc Pero en general a los gatos les gustan las bandejas con una serie de características: que sean lo más grandes posibles, que no tengan rebordes ni marcos y pueden gustarles con o sin tapa pero no les suele gustar que tengan puerta.

Arena: en estos momentos hay multitud de tipos en el mercado. Pero los gustos del gato no son necesariamente los mismos que los del propietario. En general se recomiendan dos tipos de arena principalmente y a ser posible sin perfumes (aunque la lavanda la suelen tolerar):

a) Conglomerante: es una arena muy finita que en contacto con la orina se conglomera formando una “piedra”. Esta arena les gusta por su tacto (recuerda a la arena del desierto) y porque la orina se puede retirar fácilmente de la bandeja con lo que siempre esta limpia.

b) Sepiolita: esta es la conocida como arena de gatos, absorbe bien la orina y es bastante económica. No se pueden retirar los orines pero si las heces, con lo que con ayuda de una paleta y cambiando a menudo la arena la bandeja también esta limpia.

Trasportín: de plástico, donde entre cómodamente un gato adulto pero que no sea enorme (en caso de frenazo en el coche es más peligroso) y que se pueda quitar la parte de arriba con facilidad y sin hacer ruido.

Bebedero y Comedero: de cerámica o de cristal, también puede ir bien de acero pero mejor que no sea de plástico. Los gatos son unos sibaritas y el plástico da sabor y olor al agua y comida. Es importante mantener lo más lejos posible el comedero del bebedero. Además disfrutan bebiendo de agua corriente, para ello hay fuentes especiales para gatos.

Rascador: este objeto es muy importante, pero solo lo utilizaran si lo elegimos bien y lo sitiamos en el lugar adecuado. Debe ser vertical y muy estable, y debemos situarlo en un lugar donde se pase mucho tiempo (salón por ejemplo) y dentro de este en un lugar de paso. Los gatos se afilan las uñas para mantenerlas en condiciones y para marcar el territorio, por lo que debe estar situado en un sitio muy visible. Si disponemos de sitio lo ideal sería un rascador con varias alturas y escondites.

Juguetes: los gatos son animales cazadores y por tanto agradecerán juguetes a los que cazar. Podemos comprarlos o hacerlos, pero en cualquier caso deben cumplir una serie de características para que les gusten a los gatos y a la vez sean seguros. Deben ser de pequeño tamaño y con un peso adecuado para que se muevan cuando el gato los golpee con las patas, no deben tener cuerdas o hilos largos que puedan tragarse y si suenan (por ejemplo que tengan un sonajero) mucho mejor. Juguetes típicos son las pelotas de pequeño tamaño, los plumeros y las cañas de pescar para gatos.


Mantenimiento del pelo

Los gatos son unos animales extremadamente limpios, por tanto no será necesario bañarlos (salvo en ocasiones excepcionales). Pero a los de pelo corto es necesario peinarlos de vez en cuando, sobretodo en la época de muda y a los gatos de pelo largo y semilargo a diario.

Al lavarse los gatos ingieren una gran cantidad de pelo por lo que es necesario ayudarle a eliminarlo con productos adecuados como la malta o piensos que ya tienen entre sus componentes ingredientes que ayudan a realizar esta función. En estos momentos se esta cuestionando los beneficios reales de la malta, pero como no son nocivos por poco que ayuden sigue siendo recomendable su uso.


Cuidados veterinarios

Después de tener todo esto en cuenta, y de confirmar que efectivamente vamos a poder darle lo que necesita, tenemos que fijarnos en el pequeño okupa que se nos ha robado una porción de nuestra casa y que esta planificando (si no lo ha hecho ya) hacer lo mismo con nuestro corazón.

Todos los gatos, pero mucho más uno recogido de la calle, necesitan una atención veterinaria. Por tanto deberemos acudir a una clínica veterinaria para que lo revisen y nos den unas indicaciones de lo que debemos hacer. La pauta de los cuidados que debemos ofrecerle dependerá en gran medida de la edad y del estado en el que este el gato. Pero en general, a todos, será necesario realizar una serie de cosas en los primeros meses desde su adquisición:

- Desparasitarlo, tanto interna como externamente.

- Comprobar que no tiene ácaros en los oídos.

- Establecer un protocolo de vacunación, incluida la vacuna de la rabia si vive en Castilla la Mancha u otra comunidad donde sea obligatorio.

- Identificar mediante microchip: si vive en Castilla la Mancha u otra comunidad donde sea obligatorio. Si no es el caso sigue siendo muy recomendable.

- Realizar una analítica sanguínea para comprobar si ha estado en contacto con los virus de la leucemia e inmunodeficiencia felina, lo ideal sería realizarla dos veces: una al recogerlo y otra cuando ya esta dos meses aislado del resto de gatos. Como mínimo debería hacerse dos meses después de estar aislado de otros gatos.

- Esterilizarlo. Tanto por temas de comportamiento (marcajes, vocalizaciones, riesgo de fuga, etc) como por temas de salud (tumores de mama, infecciones de útero, heridas por peleas, accidentes al intentar fugarse) es algo casi imprescindible si queremos tener un gato con nosotros en casa.

Después de estas primeras visitas los cuidados veterinarios se reducirán considerablemente si el animal esta sano. Siendo tan solo necesario revacunar anualmente y realizar una desparasitación adecuada al tipo de vida del animal y zona donde vive. Además de esto es recomendable hacer chequeos sanguíneos periódicos cuando el animal comienza a tener una edad avanzada. para prevenir posibles problemas.

Como se comporta un gato y como he de comportarme con él

Hasta ahora hemos hablado de la preparación en lo referente a temas principalmente económicos; ya que la compra de la alimentación, mobiliario y gastos veterinarios van a suponer unos gastos con los que debemos contar desde el principio. Pero además de esto debemos pensar en como va a cambiar nuestras vidas un gato y si estamos dispuestos a ello.

Los gatos domésticos, como hemos comentado antes, provienen de un gato salvaje y en gran medida no han dejado de serlo lo que condiciona su comportamiento hacia nosotros y nuestra casa. Además, tener un animal siempre supone unas responsabilidades que hemos de tener en cuenta antes de decidirnos a convivir con ellos. Un gato va a cambiarnos la vida y tenemos que pensar en si estamos dispuestos a aceptar que esto ocurra.

Cuando convivimos con un gato hemos de aceptar que algunos de sus comportamientos nos van a resultar molestos. Voy a poner una serie de ejemplos, un pequeño número comparado con la realidad, aunque como propietario de gatos que soy hace años que ya no me doy cuenta de ninguno de ellos:

- Es muy probable que alguno de nuestros muebles sea elegido como rascador (pese a habernos gastado un dineral en uno enorme y precioso rascador).

- Los gatos adoran tumbarse en sitios mulliditos y calentitos algunos ejemplos de estos sitios son: la ropa recién planchada, dentro del armario, encima de la cama, en el sofá, la ropa recién traída de la tintorería, el abrigo y en general cualquier prenda de ropa en la que los pelos se vean a mucha distancia (si además son difíciles de quitar: ¡perfecto!).

- Se subirá por todos los muebles, sin importarle lo altos que sean. En general no tirarán nada salvo que se asusten o estén muy emocionados jugando. Si hay objetos de decoración de pequeño tamaño que puedan ser utilizados como juguetes los utilizarán.

- Beberá agua de todos los grifos, incluso algunos aprenden a abrir los grifos monomando.

- No suelen aceptar bien ver las puertas cerradas, así que te exigirán que les abras la puerta, eso si directamente no son ellos los que las abren. Aunque después no muestren el más mínimo interés en entrar.

- Decidirá que las tres de la mañana es una hora muy valida para jugar con tu pelo o dedos de los pies.

- Puedes gastarte un dineral en un rascador, juguete o camita que es probable que prefiera la caja donde venía empaquetado.

- Cuando te apetezca cogerlo y abrazarlo intentará huir, y si no lo dejas lo “pagaras caro”. Pero si en cambio le apetece a él, deberás dejar lo que estés haciendo porque hasta recibir su dosis de mimos no quedará contento.

- Hacer la cama puede ser una gran aventura mientras un gato corre sobre ella.

- Se acabó lo de dormir solo, un 40% de la cama es para tu gato.

Con todo esto no quiero desanimaros, estoy seguro de que cualquier dueño de gatos estará de acuerdo en al menos un 70 % de los ejemplos y podrá añadir unos cuantos particulares de su gato.

Una de las cosas que resultan más complicadas para los nuevos propietarios de gatos es como comportarse con ellos. En primer lugar hay que tener en cuenta que cada gato tiene una personalidad propia y que lo que es valido para uno no siempre lo será para otro. Pero si hay algunas cosas que hay que entender.

Los gatos, como decíamos al principio, son animales solitarios esto hace que sus “habilidades sociales” no estén muy desarrolladas y se basen principalmente en dejarnos claras las cosas y en exigirnos lo que quieren en cada momento o justo lo contrario en decirnos que no quieren saber nada de nosotros. Para colmo las personas que nunca han tenido contacto estrecho con gatos tienden a compararlos con los perros y entienden mal su lenguaje corporal.

Es necesario que entendamos que quieren decirnos con su cuerpo:

- Movimientos rápidos de rabo: puede ser porque van a “cazar” si están agazapados y miran fijamente un juguete o porque nos están diciendo “¡no quiero, déjame tranquilo o te vas a llevar un mordisco!”.

- Orejas hacia atrás: “me estoy cabreando, ¡para!”

- Pelo erizado: “me das miedo, mejor no te acerques”

- Boca arriba y “haciendo la croqueta”: “hazme caso, quiero mimos” no quiere decir que le toques la barriga, muchos lo odian.

- Ronroneo: esta es una de las cosas más curiosas de los gatos, ya que no lo hacen con la misma intensidad los gatos que no viven con humanos. Es señal de que esta muy a gusto. Aunque también pueden hacerlo cuando se encuentran mal.

- Frotarse por nuestras piernas: quieren atención, es posible que quieran que les sigamos (hasta el comedero por ejemplo) o que una vez tengan nuestra atención nos pidan mimos.

- Restregar su cara con la nuestra, sobretodo el mentón: es un comportamiento de marcaje en el que dicen que somos suyos y que les gustamos mucho.

- “Amasar”: viene de cuanto eran cachorros y estaban mamando, otra actitud de sensación placentera.

Al llegar por primera vez a casa deberemos colocar al gato sobre la bandeja de la arena y dejar que desde ahí inspeccione la casa, si lo hacemos así es probable que desde el primer momento orine y defeque en la bandeja. Hay algunas cosas que hemos tener claras desde el principio como son el que no debemos utilizar nuestras manos como juguetes, nuestras manos no pueden ser sus presas durante el juego porque sino aprenderán a cazarnos y este comportamiento se mantendrá de adultos.

Por lo demás el día a día con un gato resulta sencillo, tan solo hay que tener comida siempre disponible, agua limpia y limpiarle la bandeja al menos una vez al día (retirar heces y a ser posible orina). Y en cuanto a nuestra relación directa con él sencillamente dejarle hacer lo que ellos quieran (obviamente no aquello que pueda resultarle peligroso), tocarle y darle mimos cuando el quiera y permitirle su espacio cuando no quiera que lo toquen. En la educación hay que tener claro que los gatos son animales muy inteligentes y que si les pillamos haciendo algo que no queremos que hagan y les reñimos es muy probable que ya nunca más vuelvan a hacerlo delante de nosotros, cuando no estemos seguirán haciéndolo. Por tanto es mucho mejor conseguir que relacionen sus comportamientos inadecuados con experiencias desagradables que no saben de donde han venido; por ejemplo podemos utilizar una pistola de agua con un poco de vinagre diluido en el agua.

Pero todos estos pequeños inconvenientes valen la pena; convivir con un gato es algo increíble, el simple echo de observarlos, ver como disfrutan de un rayo de sol que entra por la ventana, escuchar su ronroneo o en caso de tener dos gatos ver como se lavan mutuamente paga con creces el pequeño esfuerzo que supone. Pero estas son solo algunas de las cosas que nos dará nuestro gato, un gato es un confidente que estará ahí cuando ni tu mismo te des cuenta que lo necesitas, el sentirlo sobre ti cuando duermes la siesta un día de invierno, el jugar con él o simplemente el echo de que te sorprenda todos los días con alguna payasada hace que vivir con un gato sea algo maravilloso.

Si has leído hasta aquí, sigues sin estar preparado para tener un gato. Pero si no te he metido miedo y sigues queriendo convivir con ese precioso animal de grandes ojos que te miraba desde debajo de un coche o estas deseando acabar de leer para meterte a buscar uno en una protectora de animales (no dejes de mirar www.ashaprotectora.es) entonces, solo darte una última advertencia los gatos son adictivos, ya nunca más podrás vivir sin uno. Un último consejo ten cuidado: dos gatos dan el mismo trabajo que uno, tres gatos dan el mismo trabajo que dos y cuando te quieres dar cuenta ya tienes más de cuatro.

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1 comentario

  • romarie

    23/07/2014 10:26

    ¡Muy buen artículo!

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