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Golpe de calor

por ANTONIO FOLCH MARÍN



Denominamos golpe de calor en nuestras mascotas a un aumento de temperatura corporal debido a una situación externa que puede poner en peligro la vida del animal.

Se produce cuando los mecanismo fisiológicos para controlar el exceso de temperatura no son suficientes para soportar la situación a la que esta sometido el animal.

El animal de compañía que más frecuentemente sufre este tipo de problema son los perros debido a que son los que nos acompañan fuera de casa, aunque animales que viven en jaula y se sacan a la terraza o animales que van de viaje también corren riesgo de padecerlos. Tienen especial peligro los perros de razas braquicéfalas como boxer, bulldog ingles, bulldog francés, carlino, etc

Generalmente es debido a que no nos demos cuenta de que el animal esta encerrado en un lugar donde hace mucho calor:
    - El coche, en el maletero, aunque no tenga la bandeja, puede hacer mucho más calor que donde el conductor.
    - El coche aparcado al sol, aunque estén un poco abiertas las ventanas.
    - Una terraza al sol donde se haya quedado encerrado el perro o gato o donde hayamos dejado la jaula o terrario para que les de un poco el “aire y el sol”.
Estos son tan solo algunos de los ejemplos más comunes.

No solo el sol puede provocar este problema, un ejercicio excesivo en horas de mucho calor puede provocar el mismo problema, no hay que llevar al perro a hacer ejercicio o paseos largos en horas de mucho calor, ellos solo pueden termoregularse por medio del jadeo y muchas veces es insuficiente.

En animales acuáticos, tortugas y peces principalmente, también es relativamente frecuente cuando viven en instalaciones de pequeño tamaño y el agua alcanza altas temperaturas. En los peces esto se ve agravado por la reducción del porcentaje de oxigeno del agua al elevarse las temperaturas.

Las consecuencias del aumento de calor son una disfunción orgánica múltiple: afectando al sistema nervioso central, al sistema cardiovascular, al gastrointestinal, hígado, renal y muscular, todos estos daños son gravísimos pudiendo ocasionar la muerte.

Los síntomas del golpe de calor son: jadeo, aumento de salivación, aumento de la temperatura, mucosas muy rojas, taquicardia, taquiarritmias, petequias (puntos rojos en la piel y mucosas) y cambios en el estado mental entre otros.

Lo más importante frente a los golpes de calor es la prevención, evitando el ejercicio en las horas más calurosas y no permitiendo que nuestro animal quede expuesto a altas temperaturas. Pero además podemos utilizar algunas herramientas que nos ayudan a reducir el riesgo, como collares que acumulan agua y que van dejándola caer sobre las yugulares del perro para reducir la temperatura corporal, o teniendo precaución de alojar acuarios y jaulas de animales sensibles al calor (como los conejos) en habitaciones frescas o provistas de aire acondicionado. En terrarios y acuarios puede ser de utilidad la instalación de pequeños ventiladores que fuercen el movimiento del aire o enfocados hacia el agua en los acuarios lo que ayuda a la reducción de la temperatura.

Por último es importante comentar que hacer en caso de un golpe de calor, debemos intentar bajar la temperatura corporal de nuestro animal pero un cambio excesivamente brusco también es peligroso. Deberemos mojar a nuestro animal, lo ideal es hacerlo con toallas empapadas con agua fría que iremos sustituyendo o bajo la ducha. También podemos aplicar frío (con pastillas de hielo por ejemplo) en el cuello, protegiéndolo con una toalla empapada. En el caso de los conejos es importante mojarles las orejas, ya que es a través de estas como se termoregulan. E inmediatamente después, mejor a la vez, acudir al veterinario de urgencias habiendo advertido previamente, por teléfono, que acudimos para que puedan tenerlo todo preparado. Será necesario la administración de diferentes tipos de suero intravenoso, medicación y en muchos casos oxigeno terapia y respiración forzada. Dependiendo de cómo llegue el animal pueden surgir complicaciones que acaben provocando el fallecimiento del mismo incluso 24 horas después de sufrir el golpe de calor y haberlo estabilizado, o quedar lesiones crónicas que afecten a la vida del animal.

Por todo lo dicho, la mejor arma que tenemos frente a los golpes de calor es la prevención y prestar atención para que un error no se lleve por delante la vida de nuestro amigo.

www.pio109.com

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