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Regresión

por BORJA MUREL

Amenabar en horas bajas. A “Regresión” se le podría tachar como una de las películas más impersonales del director, junto con “Ágora”. Y me duele escribir ésto porque siempre he sido un defensor acérrimo de sus obras. En este caso, me invade un sentimiento de dualidad porque tiene “destellos brillantes”, pero son los menos, y el resultado final es bastante inferior a la suma de sus partes.

Haciendo un poco memoria, recuerdo una conversación en el metro de Madrid, con 17 años, a propósito del estreno de “Tesis”, en la que varios amigos comentábamos que la película era lo más impactante que había dado el cine español hasta la fecha. Fresca, dinámica, de bajo presupuesto y efectivo guión. Pero fue “Abre los ojos”, dos años después, la que me dejó trastornado al salir del cine. La auténtica obra maestra de Amenabar, con un guión original a rabiar y un ambiente asfixiante rozando la perfección. Tal fue el impacto de este trabajo, que el mismísimo Tom Cruise compraría los derechos para hacer su propia versión americana fallida “Vanilla Sky”. Estando en la cima del éxito, Amenabar se permitió la licencia de homenajear a grandes clásicos del terror como “Les Innocents” de Jack Clayton o “Al Final de la Escalera” de Peter Medak en su soberbia película “Los Otros”. Con reparto y producción “made in usa” (incluída la mujer de Cruise por entonces, Nicole Kidman), la película es menos original que sus antecesoras, pero está a la altura de los mejores filmes de suspense y terror que han dado la historia del cine. Amenabar tocó techo artístico y después daría bandazos sin rumbo definido. “Mar Adentro” no me encantó (a pesar de su delicada belleza y la masiva recepción que tuvo) y “Ágora” me decepcionó estrepitosamente como a todo el mundo.


Durante los años siguientes Amenabar quedó ligeramente desplazado por emergentes directores como Jaume Balaguero (que nos regaló pesadillas como “Los Sin Nombre”, “Darkness” o “Rec”) o Juan Antonio Bayona, uno de nuestros exponentes más internacionales que con su opera prima, “El Orfanato”, homenajeó al mismísimo Amenabar de “Los Otros” y con su superproducción internacional “Lo Imposible” conquistó los corazones de todo el mundo.

Con “Regresión”, Amenabar intenta recuperar su espacio volviendo a rendir homenaje a sus principales influencias, esbozando pinceladas del cine de David Lynch, Polanski o Kubrick, pero con trazos poco acertados. Un extraño guiso con reminiscencias a “Twin Peaks”, “La Semilla del Diablo” o “Eyes Wide Shut”, pero sin el buen gusto de estos clásicos. Sobretodo en su recta final es donde lo que podía haber sido una obra digna de su director queda reducida a un telefilme de domingo a medio día. Y es una lástima, porque la película tiene auténtico potencial, pero mal aprovechado.

La base de partida del guión es, cuanto menos, interesante. Ethan Hawke es un detective encargado de investigar un posible caso de incesto en una remota localidad estadounidense. Las confusas pesquisas le llevarán a introducirse en el macabro mundo de las sectas satánicas. Y hasta aquí puedo contar.

El abuso de escenas oníricas (que son lo más potente y estético del filme) terminan por confundir al espectador. Siempre en la delgada línea entre lo real y la ficción. La repetición de sucesos, sin un avance aparente en la historia, y con un desgaste de la tensión, consiguen que estés deseando que llegue el desenlace para ver qué sorpresa se guarda el director en la manga. Y esperando a que llegue la traca final nos quedamos... Porque fuegos artificiales no hay... aunque sí mucho artificio. La resolución de la historia es de lo más insatisfactorio que he visto recientemente en el cine.

Emma Watson está horrible. Su interpretación es lineal y previsible, ofreciendo una visión monocular de su personaje. Ethan Hawke, aunque correcto, parece no encontrarse demasiado cómodo en este tipo de registros. Y ¿qué más os puedo contar? Que la ambientación es impecable, que la música de Roque Baños es fantástica como siempre, que hay alguna escena que causa auténtico “mal rollo”... Pero ya…


Con un trabajo tan lleno de altibajos, si juegas a las adivinanzas, no tardarás en averiguar el predecible final. Y si buscas sensaciones fuertes, vete a ver “La Visita”... que por lo menos te dará alguna que otra bofetada entre carcajada y susto... Ay con lo que me gustabas Amenabar...

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