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Estudio Completo: Los tres Mosqueteros en el cine

por BORJA MUREL

Hoy comenzamos, en esta sección de cine de TodoTalavera, con una nueva vertiente que constará de una serie de estudios monográficos que os iré presentando cada 15 días. En ellos analizaré en profundidad un tema concreto, bien sea la bio/filmografía de un director o actor, un género cinematográfico o saga de filmes, o un personaje de ficción y su relación con el mundo del cine. Esta es para mí una labor mucho más divertida, creativa y entretenida que criticar el estreno cinematográfico de turno.

Inauguramos la sección apuntando a uno de mis libros favoritos de la niñez, “Los Tres Mosqueteros”, la imperecedera obra de Alejandro Dumas, que recomiendo encarecidamente y que, para mi gusto, aún necesita una revisión cinematográfica que haga justicia a su calidad narrativa y que esté acorde con los tiempos actuales sin traicionar su espíritu; no como los recientes remakes comerciales a los que nos tienen acostumbrados.

La novela, que trata sobre el afán de superación de un joven gascón que viaja a París con la única meta de llegar a ser Mosquetero del Rey, ha sido llevada a la gran pantalla en innumerables ocasiones con mayor o menor acierto. Aquí resaltaré las adaptaciones que considero más interesantes y las que han dejado, de alguna manera, poso en la historia del cine.

Aunque la primera versión conocida data del año 1916, dirigida por Charles Swickard, sería la de 1921, dirigida por Fred Niblo (una obra muda en blanco y negro como su predecesora), la más recordada de este periodo. Douglas Fairbanks (que acababa de arrasar en las pantallas cinematográficas con su interpretación de “El Zorro”) encarnaría con brío y sobreactuación al joven D’Ártagnan. Tal es su protagonismo que se nota que la película está hecha para lucimiento del actor, obviando en ocasiones a sus compañeros. El guión se centra principalmente en adaptar la primera parte de la novela, la dedicada a recuperar los diamantes de la Reina Ana de manos de su amante el Duque de Buckingham, y modifica el oscuro final del libro, en el que Constance es asesinada por Milady, en favor de uno mucho más feliz y acorde con la cánones de la época. Mencionar que Nigel de Brulir, que interpreta al cardenal Richelieu, es el actor que más parecido físico guarda con el personaje histórico original de todos los actores que le han dado vida en pantalla.

En 1929 Douglas Fairbanks volvería a interpretar a D’Artagnan en la película “La Máscara de Hierro”, en la que sería una de las últimas producciones cinematográficas mudas, puesto que dos años antes el sonido había hecho su aparición en el celuloide barriendo con todas las estrellas del cine siliente. “La Máscara de Hierro” basada en “El vizconde de Bragelonne” (tercera novela de Alejandro Dumas sobre los Mosqueteros tras “20 Años Después”) narraba como los antiguos Mosqueteros (ya entrados en años) trataban de ayudar al hermano gemelo del rey Luis XIV, que alguien había ocultado, bajo una máscara de hierro, para evitar que se supiese de su existencia y nadie cuestionase la herencia a la corona del rey.

En 1942, el actor cómico mexicano, Mario Moreno “Cantinflas” interpretó a D’Artagnan en una versión “sui géneris” de “Los Tres Mosqueteros” dirigida por su director fetiche Miguel M. Delgado. Como curiosidad mencionar que la obra transcurre como un sueño del protagonista tras haber recuperado un collar para una actriz, llamada Reina, que acaba de conocer en un teatro.

Y por fin llegamos a 1948, año en el que se realiza la que para mí es la mejor adaptación que se ha hecho de la novela. George Sydney, que años después llevaría a la gran pantalla “Scaramouch” (otra obra maestra de capa y espada que influiría a George Lucas para su argumento en “Star Wars”), da una clase magistral de dirección en esta superproducción, a todo color y sonora, bastante fiel al argumento de la novela y al espíritu de la historia. El bailarín Gene Kelly (que cuatro años más tarde nos deleitaría en “Cantando bajo la lluvia”) daría vida a un simpático y saltarín D’Artagnan. Lana Turner sería la mejor Milady (con perdón de Faye Dunaway) y la estrella del cine de terror Vicent Price encarnaría al más carismático de los Cardenales Richelieu. Esta película abarca por primera vez el argumento completo de la novela, lo que la ha servido para que algunos críticos la tachasen de oscura en su último tramo. Una vez completada la misión de recuperar los grilletes de la Reina, asistimos a la relación destructiva que se establece entre D’Artagnan y la condesa de Winter, Milady, y su correspondiente venganza.

El ambiente alegre y festivo de la primera parte del filme degenera en unos escenarios oscuros y sombríos que serían de gran influencia en las producciones de terror de la Hammer en los venideros años 50. Quiźas el hecho de que el argumento esté demasiado condensado en el último tramo del metraje, pueda causar confusión en aquellos que no hayan tenido contacto anterior con la obra de Dumas; pero esa es la única pega que se le puede poner a la película, ya que cuenta con un ritmo endiablado y unos duelos de espada, maravillosamente coreografiados, que ya quisieran producciones actuales. Pasarían muchos años hasta que volviese a haber una adaptación cinematográfica a tener en cuenta.

En 1973, el director Richard Lester (que posteriormente se encargaría de sustituir a Richard Donner en la segunda entrega de “Superman”) dirigió una versión bastante cómica y realista de “Los Tres Mosqueteros”, subtitulada “Los Diamantes de la Reina”. Intencionadamente Lester y los productores, con una amplia visión comercial, dividieron la novela en dos partes estrenando en 1974 su conclusión: “Los Cuatro Mosqueteros: La Venganza de Milady” (que no debemos confundir con “Veinte Años Después”, continuación literaria de Dumas).

Vista hoy, la adaptación ha envejecido bastante mal. Si la versión de 1948 se caracterizaba por unos escenarios idílicos y una producción super cuidada, la de 1973 es sucia y desgarbada, aunque posee cierto encanto cercano a como debió ser vivir en el siglo de Luis XIII… posadas como cloacas, gente desaliñada, pobreza por doquier, etc… uno no puede quitarse de la cabeza la novela “El Perfume” de Patrick Süskind cuando ve esta película.

El reparto de esta versión quita el hipo. Charlton Heston como Cardenal Richelieu, Christopher Lee (post Dracula y pre Saruman) como Conde de Rochefort, Faye Dunaway (a punto de ganarse el cielo en “Chinatown”) como una pérfida Milady, el sex symbol de la época Rachel Weltz como Constance, Michael York como D’Artagnan, Richard Chamberlain (pre “Pájaro Espino”) como Aramis y Oliver Reed soberbio como Portos.

En 1981 asistiríamos a un prodigio de serie de dibujos animados fruto de una coproducción hispano-japonesa que llevaría por título “Dartacán y los tres Mosqueperros”. La serie totalmente fiel al libro (con la única excepción de convertir a Constance en Juliet y no dejarla morir al final) transformaba a los protagonistas en perros y serviría de escuela de valores (nobleza, amistad, honor) para toda una generación de niños, entre los que me incluyo. La canción de los créditos iniciales que sonaba aquel invierno de 1982-83 (interpretada por el dúo infantil “Popitos”) nos acompañaría el resto de nuestras vidas.

Como anécdota mencionar que en 1983 Mariano Ozores dirigió una bufonada, “La Loca historia de los Tres Mosqueteros”, con el áun trío “Martes y Trece” como protagonistas. Aunque no he tenido la oportunidad de revisarla, recuerdo que en mi tierna niñez encontraba esta película desternillante.

En 1989 Richard Lester de nuevo dirigiría “El Regreso de los Mosqueteros”, esta vez sí inspirada en la novela “20 Años Después” de Alejandro Dumas y con el reparto original de su obra de 1973. A pesar de mantener el espíritu de sus antecesoras, la película no cosecharía el éxito de estas y terminaría cayendo en el olvido.

En 1993 la Disney presentó su versión alternativa de los Mosqueteros de la mano del director Stephen Herek (realizador habitual de productos para los creadores de Mickey Mouse). Y digo “alternativa” porque tiene poco, o nada, que ver con la novela de Dumas. Con un reparto formado por el elenco de actores en boga de la época: Charlie Sheen (Aramis), Kiefer Sutherland (Athos), Chris O´Donnell (D´artagnan),Oliver Platt (Porthos), Rebecca De Mornay (Milady de Winter) y Tim Curry (Cardenal Richelieu), los Mosqueteros de Disney cosecharon un éxito descomunal. Chris O´Donnell sería nominado al premio Golden Raspberry por su pésima interpretación, y el resto de sus compañeros quedarían eclipsados por el elenco de villanos: la Milady de Rebecca De Mornay está muy conseguida y Tim Curry es un hilarante Cardenal Richelieu, con mención especial a Michael Wincott como Rochefort, que recupera el parche en el ojo que luciera Christopher Lee en su interpretación del personaje.

Como mencionaba antes, esta versión apenas adapta cuatro o cinco párrafos del libro, creando un argumento mínimamente inspirado en el original, que si por un lado es para poner el grito en el cielo (Rochefort asesinó al padre de D’Artagnan, no existe la historia de los diamantes de la Reina ni su romance con el Duque de Backinham, Milady se suicida y sigue amando a Pothos, etc…), por otro lado puede llegar a resultar entretenida. Vista hoy en día lo único realmente rescatable sería la canción de su Banda Sonora: “All for love” interpretada por Sting, Bryan Adams y Rod Steward que fue número 1 en todo el mundo.

Por suerte para todos los D’Artagnan y compañía regresarían por la puerta grande. En 1998 Randal Wallace (premiado guionista de “Braveheart”) se lanzó a la dirección con su personal adaptación de la tercera novela de Dumas sobre los Mosqueteros “El vizconde de Bragelonne” bajo el título “El Hombre de la Máscara de Hierro” que, como he mencionado anteriormente, ya había sido adaptada al cine en numerosas ocasiones. La película resultó ser un ejercicio sobresaliente de entretenimiento y calidad; tomándose numerosas licencias, con respecto a la obra literaria, en varios cambios argumentales que ya se habían llevado a cabo en las versiones anteriores. Algunos ejemplos son el intento de sustituir a Philippe por Luis XIV que en la novela queda frustrado y en la película no, o que en el libro no llegan a coincidir juntos los cuatro Mosqueteros en ningún momento y en la película sí… y no sigo por no destripar la obra entera.

Leonardo Di Caprio encabezaría el reparto en el doble papel de Luis XIV y su hermano gemelo Philippe. Jeremy Irons como Aramis, John Malkovich como Athos y Gerard Depardieu como Porthos, darían vida a los mejores Mosqueteros entrados en años que se han visto en pantalla. Finalmente el actor irlandés Gabriel Byrne otorgaría a su D’Artagnan un punto de frialdad y distanciamiento que en algunos momentos podría llegar a hacer antipático al personaje. La película que venía a rebufo del éxito de “Titanic” de James Cameron, se sirvió de Di Caprio como vehículo para su éxito. No en vano, se trata de un producto de altísima calidad y sumamente entretenido.

La última adaptación cinematográfica a la que voy a hacer referencia, es la dirigida en 2011 por Paul W. S. Anderson (responsable de basuras como “Resident Evil” o “Alien Vs Predator”). Con un flojo guión inspirado en la primera parte de la novela “Los Tres Mosqueteros”, la que trata de la conspiración de Richelieu en torno a los diamantes de la Reina (como suele ser común) y con Anderson imprimiendo su estilo de videojuego 3D a la historia, nos topamos con un filme torpe, desmesurado y ajeno al espíritu de la obra de Dumas; mucho más cercano a blockbusters actuales como “Piratas del Caribe” (todo ello pasado por el filtro “Matrix” en sus efectos especiales para que no nos olvidemos de que estamos asistiendo a un videojuego).

El reparto está tristemente desaprovechado, sobretodo el maravilloso Christoph Waltz (descubierto por Tarantino en “Malditos Bastardos”) como Cardenal Richelieu. La musa del director, Mila Jovovich encarna a una pomposa y acrobática Milady, y los papeles de los Mosqueteros recaen en los correctos Luke Evans (Aramis), Ray Stevenson (Porthos) y Matthew Macfadyen (Athos). Por primera vez D’Artagnan está interpretado por un actor con aspecto realmente juvenil, Logan Lerman, aunque no logra imprimir el carisma que el personaje reclama. Pese a que no descarto revisarla para ver si mejoro mi criterio, el recuerdo que tengo del filme es el de que es un despropósito de adaptación que, aún pudiendo llegar entretener, está a años luz del concepto original de la historia.

En 2014 la cadena BBC estrenó la serie de televisión “Los Mosqueteros” (basada en la novela de Dumas) que actualmente se encuentra en su tercera temporada y que aún no he tenido la oportunidad de ver. En principio, la serie ha recibido unas durísimas críticas por parte de los acérrimos a la novela, pues la acusan de fusilar ideas originales del escritor con devaneos propios del cine de cowboys y tomarse licencias argumentales totalmente apartadas de la historia original.

Y hasta aquí mi estudio. Si yo fuese un reputado director de Hollywood, con un presupuesto millonario y total libertad artística, rodaría mi propia versión de 4 horas de la obra de Dumas combinando la jovialidad y alegría infantil de la historia con el ambiente sombrío y misterioso de otros de sus tramos, tal como lo hacía la serie de dibujos “Dartacán y los tres Mosqueperros” o la maravillosa obra de George Sydney de 1948, en un equilibrio perfecto entre aventuras e intrigas . No en vano, el primer disfraz que vestí en mi vida, a los tres años, fue el de Dartacán... y eso... quieras o no... deja huella.... Uno para todos y todos para uno!!!!

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