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Decir NO tambien es educar: Parte II.

por Gema López

Prosiguiendo con el tema que nos entretenía días atrás, mostrábamos una realidad que cada vez está más presente en la actualidad y que es la de niños tiranos y dictadores.

Para poder tratar las técnicas y así combatir este fenómeno de niños consentidos y malcriados hemos de retomar las causas que tratábamos en la parte I de este artículo (de esta forma también podemos poner en antecedentes a los lectores que no leyeron la parte I). Una vez citadas de forma somera dichas causas plantearemos una serie de estrategias que nos servirán para reconducir y atajar conductas no deseadas del menor.

1. Convertimos a l@s pequñ@s de la casa en máximos protagonistas del núcleo familiar. L@s niñ@s han de sentirse queridos y amados por sus papás pero son un miembro más en la familia, es un error hacerles sentirse los reyes de la casa.

2. Educamos en la sobreprotección. Dejemos que nuestr@s hij@s experimenten, démosles un voto de confianza para que ellos puedan hacer cosas de forma autónoma conforme a su edad y hagámosles partícipes de su propia independencia asignándole responsabilidades fáciles.

3. La permisividad. No hay que temer el conflicto, si hay algo que consideramos impropio explicar al menor el motivo de la negativa para desarrollar su capacidad de razonamiento y diálogo.

4. No se educa en la tolerancia a la frustración; “El NO” . El NO es necesario en muchos momentos y situaciones, no sólo porque sea una herramienta educativa si no porque les ayuda a tolerar la frustración ante negativas de otras personas y otros contextos. Hay que concienciar que el NO, no significa una derrota si no un aprendizaje. Cuando el NO es causa de una conducta inadecuada habrá que indicar cual es el camino para conseguir un SI.

5. Cuando damos un NO siempre lo acompañamos de una justificación. Como ya comentábamos, el NO, no siempre tiene que venir acompañado de un argumento, hay ocasiones en las que la respuesta no es la adecuada para la madurez cognitiva del menor, en estos casos es apropiado adecuar dicha respuesta a su capacidad pero nunca desvirtuar la realidad o simplemente no darla, esto permitirá al menor sacar conclusiones y enseñarle a pensar por sí solo.

6. Predicamos con el ejemplo??? . Si hay algo que no consideremos apropiado no lo hagamos los padres. La capacidad del menor de imitar referentes educativos es infinita y no distinguen si es bueno o malo, lo ven legítimo porque el referente lo hace.

7. Padres y madres que se convierten en cómplices de l@s hij@s. No caigamos en dicha trampa cuando se trata de ir contra otras personas, hay que analizar cada situación y tomar decisiones acertadas. La capacidad de autocrítica del menor en estos momentos es fundamental y los padres hemos de guiarles para que sean constructivos.

8. La falta de tiempo hace que padres e hijos sean perfectos desconocidos. Saquemos tiempo para compartir con nuestr@s hijos, preocupémonos de conocerles y aceptarles. Y no olvidemos que el tiempo que invirtamos con nuestr@s hij@s sea de calidad, pues en estos casos prima la calidad sobre la cantidad.

9. No unidad de criterio en los patrones educativos. Los padres hemos de tomar decisiones compartidas, no quitarse la autoridad es fundamental para que l@s niñ@s comprendan que estamos en el mismo bando y hay unidad.



OTRAS ESTRATEGIAS PARA COMBATIR CONDUCTAS TIRANICAS

- FIJAR LIMITES: Es algo esencial para la convivencia. En todos los contextos existen normas que no se pueden infringir. En un aula un profesor no permite que se juegue a la pelota pues no es el lugar idóneo para realizar dicha práctica. En el hogar los padres somos los encargados de informar de dichas normas, hemos de hacerles comprender los motivos y que las acepten. Para ello podemos ir trabajándolas con nuestros menores de forma paulatina. Podemos realizar dibujos que ellos puedan pintar, hacer simulacros... Trabajaremos cada norma o límite durante los días que consideremos hasta considerar que ya está afianzada en el menor. Ej.) Recoger los juguetes después de jugar.

Si las ponemos en un lugar visible les recordará la norma a seguir, al comienzo podemos reforzar la conducta deseada con un premio, a poder ser algo no material como puede ser un abrazo, un ratito más de juego o visitar a un amigo luego iremos extinguiendo dicho premio una vez establecida y asentada. De este modo podremos ir haciendo un panel en su habitación con las normas que queremos que el menor realice. Las normas se irán cambiando dependiendo de la edad del menor.

Para que una norma tenga mayor peso y sea más efectiva intentar formularlas en positivo ej.) En lugar de poner no gritar, pondríamos hablar bajo. Hay normas que han de ser rotundas y negativas, valorar cuales son necesarias que realimente sean así.

- REFUERZOS POSITIVOS: El refuerzo positivo es necesario para el ser humano en cualquier momento de su vida y para l@s niñ@s más. El que alguien valore, premie y reconozca nuestras acciones de forma positiva es fundamental para asentar conductas deseadas. Los menores necesitan estos refuerzos positivos de forma constante.

Los refuerzos positivos son más efectivos que los castigos por lo que si queremos que algo no se realice es mejor enseñar al menor como debe de hacerlo de forma correcta y premiarle. La clave está en convertir la sanción en positivo. Hay momentos que el castigo, reprimenda, riña son necesarios dependiendo de la gravedad del asunto. Pero en cosas más laxas utilizaremos el refuerzo positivo.

Como indicábamos anteriormente es importante que solo reforcemos con cosas materiales cuando sea completamente necesario porque se ha pactado un acuerdo, pero en la medida de lo posible intentaremos que los refuerzos no sean materiales o los menores no lo viven como tal. El exceso de refuerzos positivos hace que el menor se vuelva materialista y siempre pida algo a cambio.

Aquí os dejo algunos refuerzos positivos no materiales y que os pueden servir: Alabanzas, besos, abrazos, reconocimiento en público, concederles más tiempo en aficiones o actividades que le guste, visitar un lugar o a personas en función de una afición, darle la opción de elegir una actividad en un momento preciso, elegir el menú de un día en concreto, hacerle un diploma de reconocimiento, darle un vale que pueda canjear por una experiencia...

LA SANCION: Como hemos indicado con anterioridad en ocasiones la sanción es necesaria, sobre todo en situaciones en las que consideramos graves. Cada adulto tiene un termómetro para medir la gravedad de una acción. Algunos padres consideran más graves que un menor falte el respeto a un adulto a que rompa un objeto, o a la inversa. Por lo que cada padre tendrá que determinar ante que situaciones el menor ha de recibir una sanción.

Las sanciones son adecuadas mientras no se hagan demasiado intensas, dolorosas y desproporcionadas. El sancionar a un niño con que no asista a un lugar o realizar una afición de forma reiterada o prolongada en el tiempo es desproporcionada, lo primero porque muchos menores no están preparados para pensar a largo plazo, segundo porque con que no asista una o dos veces ya es suficiente muestra para aprender la lección, así verá que puede repetirse si vuelve a repetir la conducta no deseada y en tercer lugar si la sanción es tan prolongada o duradera se hará tan intensa y dolorosa que no estará motivado por enmendar el error y tirará la toalla en futuras y similares situaciones.

El AUTOCONTROL: El autocontrol es algo que debemos enseñar a nuestros pequeños desde edades muy tempranas. Justamente esos arranques de furia, llantos desmesurados, gritos e incluso destrucción de objetos o agresión a personas es lo que nos asombra y nos hace pensar en este tipo de niños tiranos y dictadores. Por ello el tratar la impulsividad y canalizarla desde el hogar es un acto prioritario. Hemos de enseñarles que han de calmarse ante las situaciones que desencadenan estos impulsos, tratar el tema desde la tranquilidad, el diálogo y si es necesario algún ejercicio de relajación también se puede poner en práctica.

Hemos de poner a disposición del menor las herramientas y técnicas suficientes para que llegado el momento que desencadena la ira y la conductas disruptiva sepa manejar la situación. El diálogo y la concienciación sobre las consecuencias negativas que puede ser para los demás y para el mismo, es fundamental.

EDUCAR EN EL ESFUERZO: Para que un menor sepa valorar cada acción, cada cosa tenemos que educar en el esfuerzo. Educar en el esfuerzo significa que no podemos poner a su disposición todo aquello que demanda tanto a cosas materiales como no materiales. Todo requiere un esfuerzo, hasta la confianza hay que ganársela. Muchos padres pensareis si nuestro hij@ nos pide amor, ayuda o consuelo esto no es algo que requiera un esfuerzo previo para conseguirlo, se lo hemos de dar de forma incondicional. Yo también lo pienso desde mi rol de madre pero desde mi rol de profesional y racionalizando sobre esta cuestión, pienso que todo hay que ganárselo, incluso el amor, la ayuda y el consuelo. Un hijo que tiraniza, grita e incluso agrede a su madre al rato no puede llegar pidiendo amor y nosotros responderle con ese amor como si nada porque entonces estaremos olvidando un pilar muy importante de la educación y que es la EMPATIA. Cuando nuestro hij@ hace algo mal, hemos de mostrarle nuestro enfado e incomodidad y además de darle ese amor se le darán las pautas para que la próxima vez de la respuesta correcta.

SOCIALIZACION Y CONVIVENCIA: El vivir en sociedad conlleva relacionarnos, convivir y respetar normas. Aquí es donde entra en juego la educación en valores desde el hogar. Los valores que debemos de enseñar han de ir encaminados a la convivencia en los diferentes contextos, en el colegio, en los lugares públicos, en el grupo de amigos y con la familia.

Hay valores que son universales y comunes a todos estos contextos:
- Educar en la tolerancia.
- Educar en la igualdad.
- Educar en la libertad.
- Educar en el respeto.
- Educar en el amor.
- Educar en la paz.
- Educar en la generosidad.
- Educar en la solidaridad.
- Educar en la empatía.
- Educar en la asertividad.
- Educar en los sentimientos.
- Educar en la autocrítica y autoestima.

Queridos lectores, espero que esta lectura os haya hecho reflexionar y podáis compartir con nosotros vuestras impresiones. También estaremos encantados en tratar los temas que os interesan o abordar con mayor profundidad aquello que hayáis que os susciten mayores dudas.
Gracias

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