Viven a más de 2.400 metros de altura, en el valle de Hunza, situado entre Pakistán y la India; y es a ellos a quienes se les otorga el secreto de la eterna juventud terrenal.

Son muchos los estudios que se han hecho sobre el pueblo Hunza, donde no se enferma casi nunca, se sigue dando a luz a los 60 años y la mortalidad está en los 120 años de media.

El médico e investigador escocés Robert McCarrison ha encontrado en sus costumbres y alimentación la clave para "la eterna juventud" de este peculiar pueblo: En verano comen frutas y verduras crudas y en invierno se alimentan de albaricoques secos, granos germinados y queso de oveja. El aporte calórico diario no llega a las 2000 calorías, no comen casi proteínas, cocinan sin sal, beben agua de los glaciares y todos sus productos son orgánicos, sin química añadida.

Además de la dieta, los habitantes de este peculiar pueblo llevan una vida muy activa, evitan el estrés y sólo toman duchas de agua fría.